viernes, 11 de noviembre de 2011

¿De qué se preocupa la Psicología Educacional?

La psicología educacional configura actualmente un área de conocimiento específico que desarrolla sus propias teorías, métodos de investigación, problemas y técnicas; su objetivo fundamental es la comprensión de los procesos afectivos, cognitivos y del comportamiento de los sujetos en situación educativa, así como de los complejos problemas sociales y culturales de las instituciones educativas.

La Psicología Educacional presenta dos alternativas, una es la inserción de psicólogos en Instituciones educativas y la otra es la colaboración en el campo de las políticas educacionales y la investigación relacionada.

De esta manera, el psicólogo educacional en Chile trabaja en una amplia gama de instituciones educacionales, abarcando desde la enseñanza preescolar hasta la enseñanza universitaria; su labor fundamental es apoyar el proceso educativo, de acuerdo a las características particulares que este cobra en las distintas instituciones según sus necesidades. Puede participar desde la representación más tradicional del rol, como es la orientación clínica, e integrarse, además, en los equipos directivos, desarrollando estrategias y programas destinados a la prevención en el ámbito psicosocial que conduzcan al desarrollo integral de los alumnos, apoyando en su diseño, y en la capacitación de los diversos agentes educativos. Participa en el proceso educativo desde una perspectiva comunitaria, colaborando en la integración de los distintos estamentos de la comunidad educativa, y en la articulación de las redes que potencialmente pueden vincular a la institución con la comunidad en la que se encuentra inserta.

Por lo tanto, el quehacer de la psicología educacional es muy amplio e importante, porque abarca cualquier situación, ya sea formal o informal, en la cual se produzca una situación de aprendizaje, más allá de las características propias de esta situación. Entonces, la psicología educacional se preocupa de una actividad humana tan relevante como es el aprender, lo cual no se circunscribe sólo al contexto escolar, como podemos creer en un principio. La educación es un proceso continuo, presente más o menos explícitamente en todas las experiencias vividas por las personas desde el nacimiento hasta la muerte. De una forma u otra, de una manera superficial o profunda, el aprendizaje es consustancial al desarrollo humano.

¿Cuál es el objeto de estudio de la Psicología Educacional?

Para mejorar la calidad de la educación y las competencias que niños y jóvenes desarrollan en el sistema escolar, se necesita que los profesionales de la Psicología, en el ámbito de la Psicología Educacional, se desarrollen hacia los siguientes objetivos:
  • Obtener una visión actualizada en torno de las teorías del aprendizaje que les permita comprender cómo aprende el ser humano y aplicar este conocimiento en el diseño de sistemas de enseñanza y evaluación efectivas.
  • Conocer e integrar modelos de gestión escolar que les permitan realizar diagnósticos e intervenciones psicoeducativas.
  • Conocer modelos de abordaje de temáticas psicosociales relevantes en el sistema escolar como: Embarazo adolescente, Bullying, consumo de drogas, entre otras.
  • Adquirir herramientas para la evaluación e intervención de alumnos con necesidades educativas especiales.
  • Comprender la relevancia del Currículum Escolar y desarrollar estrategias para la evaluación de los aprendizajes escolares referidos a él.
  • Aprender sobre metodologías cuantitativas y cualitativas de investigación.
Existe cierto consenso de que es la situación de enseñanza - aprendizaje y todas las variables que la afectan, ya sea positiva o negativamente (por ejemplo, variables afectivas como la autoestima o la motivación, variables del educador, como las metodologías usadas o los estilos de enseñanza, variables de la familia, como el apoyo o supervisión del proceso de enseñanza-aprendizaje, variables organizacionales, como el liderazgo del director o el clima organizacional), su principal objetivo. Todo desde una visión sistémica, en la cual resulta importante realizar cambios en estas variables y sus interacciones para lograr mejores situaciones de enseñanza-aprendizaje.

¿Qué nos diferencia de otras disciplinas, como la psicopedagogia, por ejemplo?

Podrías pensar que este objeto de estudio es compartido con otras disciplinas, como la psicopedagogía, por ejemplo. Estás en lo correcto. Por eso, planteamos que nuestro objeto de estudio son aquellas variables psicológicas que influyen en las situaciones de enseñanza-aprendizaje, desde la persona que aprende, a la que enseña y los contextos en que se da esta situación. Esto se relaciona con entender aquel mundo variado de significados y estados subjetivos de las personas y organizaciones, que configuran las fuerzas, componentes y dinámicas de los procesos de enseñanza-aprendizaje formales e informales.

La variación histórica del rol del psicólogo: de lo clínico a lo psico-educativo. (Extractado de la ponencia de Cecilia Banz Liendo Psicóloga. Magíster en Educación. Docente UNIACC.)

El psicólogo educacional, inserto en una institución que está sometida a los desafíos reseñados anteriormente, tiene un rol fundamental. Si entendemos su labor como la promoción de las capacidades de las personas, de los grupos y de la institución misma basándose en la reflexión e intervención sobre las interacciones, el psicólogo es un agente de cambio al interior del sistema educativo. En ese sentido, su rol es evaluar dónde está actualmente la institución (incluyendo a las personas que participan de ella) y adónde puede llegar con apoyo. En palabras de Monereo (1996), la idea es que la institución desarrolle el máximo de sus potencialidades, estableciendo un paralelismo entre el concepto de zona de desarrollo potencial de los individuos en el proceso de aprendizaje y lo que sería una zona de desarrollo potencial institucional. El psicólogo educacional contribuiría a salvar la distancia teórica existente entre los avances que puede realizar una institución educativa sin ayuda o con la ayuda de un asesoramiento eficaz.

En ese marco, el psicólogo puede y debe ayudar al sistema y al profesorado a responder el desafío que les implica todo intento de Reforma. Sin embargo, para ello debe deshacerse de las antiguas investiduras de su rol tradicional de psicólogo que resuelve problemas en una oficina de la escuela, manteniéndose aislado del sistema. De ser un clínico que está dentro de la escuela, debe pasar a integrar el sistema, mirándolo como objeto de su intervención, promoviendo el cambio al interior de éste. Lo anterior implica una variación en la manera de enfocar una serie de aspectos relacionados con la intervención, los que se modifican de la siguiente forma y haciendo los siguientes traspasos:

-- De lo individual a lo sistémico: en el que el sujeto de intervención ya no es el individuo, sino los procesos que se desarrollan al interior de la institución y que van a determinar una metodología de acción que se inicia con el análisis global de las demandas y necesidades existentes y una valoración de la situación que permite generar las estrategias más efectivas para una cobertura mayor.

-- De lo remedial a lo preventivo lo que consiste en poner el foco de la intervención en la creación de ambientes estimulantes al desarrollo de sujetos sanos e integrados. Esto implica trabajar sobre las interacciones entre las personas que conforman los sub-sisternas al interior de la escuela, incluyendo a los padres. El psicólogo ya no enfrenta tratamientos frente a las problemáticas, sino que apoya el desarrollo del potencial institucional a través de la participación en el diseño, planificación y aplicación de una variedad de propuestas que van desde las políticas educativas, análisis, evaluación y desarrollo de sistemas, incorporación de aspectos formativos al currículum escolar, formación y desarrollo de equipos, entre otras.

-- Del trabajo aislado al trabajo en equipo. esta mirada trae consigo una concepción del quehacer profesional interdisciplinario en estrecha colaboración con otros para lograr satisfacer las demandas que plantea la institución educativa. De este modo, el psicólogo no es requerido para resolver problemas, sino que participa en la co-construcción de intervenciones en las que aporta la mirada psicológica. Cada integrante del equipo se compromete y responsabiliza con las tareas acordadas en conjunto. Lo anterior permite ir dando cuenta de las exigencias que se le plantean al sistema y al profesor. Se abordan las demandas en el trabajo en equipo, sin que el psicólogo supla al profesor en una calidad de experto. El efecto secundario de esta forma de abordaje es el desarrollo paulatino de la autonomía del profesorado y de la institución educativa. Bajo estas condiciones es posible abordar los objetivos transversales, las tareas de formación en general, la constitución de trabajo en equipo de los alumnos, el trabajo en equipo de profesores y así, las múltiples exigencias actuales.

-- Desde el foco en lo psicológico al foco en lo psicoeducativo: lo cual implica tener la mirada en la conducta en situaciones educativas y en las interacciones que se producen en éstas. Esto requiere un manejo de conocimientos, habilidades y competencias que son mucho más amplias, posibilitando a incluir en forma simultánea e integrada las prácticas actuales en Psicología y Educación.

Un psicólogo a la altura de los desafíos.

El psicólogo capaz de dar cuenta de los desafíos a que se somete el rol hoy en día, debe responder como un mediador de la institución. Para ello debe poseer conocimientos, habilidades y actitudes que potencien la capacidad de la organización escolar y de los profesores para promover aprendizajes significativos en un clima emocionalmente gratificante para todos los miembros que participan del proceso educativo.

En primer lugar, y considerando la necesidad de abarcar la institución y sus desafíos corresponde un enfoque sistémico de la realidad de la escuela, concibiendo a ésta justamente como un sistema que funciona con todas las características de éstos. El traspaso de esta mirada puede apoyar el trabajo de este profesional y de los equipos que conforme, tanto en el planteamiento de objetivos como en la planificación de estrategias de intervención.

Una actitud básica de la que se debe partir es la confianza en los recursos de la institución y las personas para desarrollarse, adhiriendo a la creencia de la modificabilídad en todos los planos, tanto en el nivel individual como institucional. Lo anterior se relaciona con una concepción de la escuela como una organización que aprende, concepto que es consonante con los procesos de cambio impulsados por toda Reforma. La actitud anteriormente mencionada es transversal a las acciones que se desarrollan, alentando un estilo de interacciones particulares al interior de la escuela, que debe ser impulsado por el psicólogo, lo que apoya los procesos de cambio y ayuda tanto a las personas como a la institución a creer en esta posibilidad.

En relación con los conocimientos necesarios para cumplir con estos desafíos, se pueden mencionar aquellos que se han incorporado en los últimos años al acervo de la Psicología. Éstos son:

Un conocimiento de los sistemas educativos, su historia, funcionamiento y organización, junto con estrategias que permitan evaluarlos.
Génesis, aplicación y proyección de toda Reforma Educacional, considerando los postulados teóricos a la base.
Conocimientos sobre los tipos de currículum y su relación con la Reforma Educacional, la relación entre instrucción y formación y propuestas curriculares que dan cuenta de la integración de éstos.
Conocimientos, desde la Psicología, que permiten dar cuenta de la diversidad del estudiantado: modalidades sensoriales, estilos cognitivos y de aprendizaje, estilos sociales, estrategias de aprendizaje y los fundamentos del enfoque constructivista sobre la forma en que los seres humanos aprenden.
Teoría de grupos en relación con el sistema educativo: aprendizaje colaborativo, formación de equipos de trabajo, procesos de aprendizaje social.
Detección de dificultades en los niños desde un enfoque de evaluación dinámica, coherente con la creencia en la posibilidad de cambio que todos tenemos.
En relación con las habilidades que se requieren, es importante poner especial atención a aquellas relacionadas con la participación directa en los procesos propios de una institución educativa, como son: liderazgo, capacidad de convocatoria, habilidades de manejo efectivo de grupos, capacidad de toma de decisiones y delegación de funciones, manejo de estrategias de resolución de conflictos, autocontrol (para el manejo y regulación de los impulsos emocionales), adaptabilidad para manejar el cambio, proactividad (para la toma de iniciativas que guíen o faciliten la obtención de las metas aprovechando las oportunidades para ello), capacidad para el trabajo en equipo, considerando que al interior de éste debe impulsar la sinergia necesaria para alcanzar las metas colectivas, habilidades en la comunicación que permitan escuchar abiertamente y transmitir mensajes claros y convincentes y una capacidad para generar oportunidades de crecimiento y desarrollo de la diversidad de miembros de la comunidad.

Finalmente, es importante decir que ninguno de los conocimientos y habilidades puede lograr su propósito si no existe una clara concepción del rol que se juega en la institución, acompañando ésta de una actitud mediadora, en el sentido de transformarse en un agente que logre filtrar la diversidad de estímulos y experiencias a los que está sometida la organización, para lograr darle el sentido, intencionalidad, significación y trascendencia que son necesarios para que las experiencias educativas cotidianas se transformen en oportunidades reales de aprendizaje y desarrollo de habilidades para la vida en todos sus miembros.

Funciones del psicólogo educacional.

Como una síntesis de lo planteado, se realiza una descripción de las funciones posibles del psicólogo educacional inserto en el sistema educativo hoy:

-- Creación y seguimiento de equipos de trabajo: la estructura básica para el logro de los objetivos está dado por equipos que trabajan en pos de éstos mismos. El psicólogo puede ayudar a su conformación y desarrollo, para luego otorgar la necesaria autonomía.

-- Asesoría a los líderes formales de la institución en la conformación de equipos de trabajo: se refiere al trabajo realizado con los directivos, jefes de departamento y otros líderes formales en pos de la conformación y desarrollo de sus equipos de trabajo. o Intervención en el mejoramiento educativo: esta función está relacionada con la participación del psicólogo educacional en equipos multidisciplinarios preocupados de adecuar las situaciones educativas a las características individuales y grupales de los alumnos y docentes. Dichos equipos apoyan técnicamente la labor del profesor tanto en su actividad general (adaptación de programas, organización del entorno, métodos de enseñanza aprendizaje, creación y aplicación de programas de sexualidad y otros) como en la atención a alumnos o grupos de alumnos con necesidades educativas especiales, a través de la propuesta de adecuaciones cuniculares, procedimientos de atención, y otros. El psicólogo aporta la mirada y el conocimiento propio de su disciplina a las mencionadas problemáticas. Parte de la función que el psicólogo ejercía tradicionalmente como era la atención de niños considerados con dificultades disciplinarias, de adaptación, de aprendizaje, se puede enmarcar en un contexto dado por la intervención en el mejoramiento educativo: connotando las situaciones en el marco de la atención a la diversidad y discutiendo estrategias para que los docentes puedan manejarlas en el ámbito natural en el que ocurren. Esto es la sala de clases, la interacción grupal.

-- Atención a las necesidades educativas especiales: la función aquí se focaliza en la detección, prevención y propuestas de intervención que permitan una claridad en tomo a las características del niño con necesidades especiales, las modificaciones que requiere el sistema para adaptarse a sus requerimientos manteniendo sus objetivos y características y el desarrollo de alternativas de solución que eviten la discriminación. Esta es una labor realizada en conjunto con otros profesionales como son los psicopedagogos, curriculistas jefes de Unidad Técnico Pedagógica y otros).

-- Asesoría familiar: el trabajo aquí se orienta a promover en la organización la información y formación de los padres en el apoyo al desarrollo integral del niño y la promoción de intervenciones para mejorar las relaciones entre las familias y la escuela, impulsando la participación familiar en los objetivos de la comunidad educativa.

Reflexión final.

Todo psicólogo que haya participado en instituciones educativas, sabe que las demandas de los sistemas son, la mayoría de las veces, muy diferentes a las que resultan de la concepción del rol planteadas en el presente articulo. Muchas veces los sistemas piden un "psicólogo educacional" pero a la hora de asignar tareas, éstas resultan propias de un clínico inserto en el sistema. Lo anterior ocurre, a nuestro modo de ver, porque las unidades educativas y el sistema educativo, en general, desconocen sus necesidades en relación con el rol del psicólogo educacional. Como resultado de ello, le atribuyen una serie de poderes respecto a problemas del sistema y le plantean la expectativa de que "él" o "ella " los solucione en forma aislada al mismo sistema y a través de capacidades que se supone que "él" o "ella" debe poseer. La concepción del colegio respecto al psicólogo es la de un "mago sin magia", como bien ha señalado Palazzoli (1993).

Por otro lado, y paradójicamente con todo ese poder atribuido, el psicólogo también es considerado un ignorante, un advenedizo en los terrenos de la educación. No es el que está en la sala de clases, no sabe de pedagogía, no sabe lo que es estar con los niños de a treinta o cuarenta o cincuenta por vez. Y, en cierta forma, tienen razón. Tienen razón, porque no es el experto en pedagogía, el experto es el profesor.

La única forma, entonces, de enfrentar los desafíos y demandas de la situación educativa es la reflexión conjunta en equipos de trabajo con las características de los que se han mencionado, en los que psicólogos, profesores y otros profesionales de la educación unen fuerzas, evitando así las escaladas simétricas de incompetencia.

Este es un camino que se debe trazar. El cambio requiere una modificación de la cultura de las escuelas respecto al rol del psicólogo y ello debe ser promovido por los psicólogos mismos.

¿Qué herramientas usan los psicólogos educacionales en su práctica profesional?

En primer lugar, utilizan todo el bagaje teórico que proviene de las teorías psicológicas aplicadas a la educación y los hallazgos que la propia psicología educacional ha podido reunir a partir de sus investigaciones.

En la práctica, esta teoría es transferida a las situaciones de enseñanza-aprendizaje a través de estrategias como el trabajo grupal, la realización de talleres psicoeducativos, la realización de talleres preventivos, la generación y ejecución de proyectos de desarrollo educativo, el diagnóstico y evaluación de estos proyectos, la intervención curricular, la consultoría o asesoramiento, el trabajo con los educadores, la familia, la comunidad, las organizaciones o los propios educandos.

Todo en un trabajo multidisciplinario, en el cual nosotros desde los conocimientos de la psicología aportamos al mejoramiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Ejemplos del uso de estrategias en el aprendizaje de Matemática:

¿Puede un alumno de kinder aprender los números negativos? La respuesta obvia es "no". Sin embargo, es posible que niños muy pequeños aprendan conceptos que hoy se enseñan en los últimos años de la básica. Todo está en la metáfora que se use para que ellos entiendan.

¿Cuánto es dos menos tres? La respuesta puede ser muy bien comprendida por un niño, si se le explica en un ascensor: "Si estamos en el piso dos, y bajamos tres pisos, ¿adónde llegamos?". Y el pequeño no tendrá problema alguno en responder "al -1".

La gracia, es encontrar estrategias que resulten naturales para los niños y para nuestra mente. Y esto es mucho más efectivo para comprender conceptos matemáticos que aprenderse una fórmula de memoria . Este es el concepto de formatos "ecológicamente válidos".

En vez de aprenderse fórmulas de memoria, los estudiantes necesitan buscar sus propios caminos para entender y resolver los problemas, pero siempre con la presencia cercana de un maestro que los vaya encauzando. "Un profesor es responsable de plantear las tareas indicadas y en el orden adecuado para que los alumnos vayan entendiendo".

El secreto está en motivar. Así, se ha podido lograr que un curso de segundo medio, que se declaraba "negado" para las matemáticas, estuviera de cabeza haciendo encuestas y sacando datos estadísticos. ¿Cómo se hizo? Se planteó un tema que les interesaba a todos. "¿Quiénes serán más celosos, los hombres o las mujeres? Todos se pusieron a opinar y se les dijo: 'Vamos a descubrirlo' ". Salieron a encuestar a ambos sexos. "Todos participaron porque estaban muy interesados en los resultados". La experiencia se realizó en el marco de un estudio en el que se probaban materiales para enseñar estadísticas y probabilidades.

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